sábado, 4 de octubre de 2014

Organos y tejidos del sistema inmune

Universidad Tecnológica de Santiago
(UTESA).



Nombres y matriculas:
 Yosibel Pichardo Rodríguez                                1-12-2003.
Orange Pita Marte                                                1-12-0815.
  Mariela Familia Polanco                                      2-12-1479.
  Steffanie  Genao                                                    2-11-2125.
    Candy Carolina Graveley Ferreira                      2-11-1131.
          Acedis Disla                                                    2-12-0501.


Grupo:
003.

Presentado a:
Dra.Mirtha Villar.

Tema:
Órganos y tejidos del sistema inmune.

Asignatura:
Inmunología.



Órganos y tejidos linfoides del sistema inmune

ÓRGANOS LINFOIDES PRIMARIOS
Timo



Es un órgano plano y blando situado en la cavidad torácica, por encima del corazón. Está formado por dos lóbulos rodeados por cápsula de tejido conjuntivo. A su vez, los lóbulos están divididos en lobulillos separados entre sí por trabéculas de tejido conjuntivo. Cada lobulillo tímico está relleno de células linfoides denominadas  timocitos, dispuestas en una corteza de gran densidad celular y una médula (interior) de menor densidad celular. En la corteza se encuentran los timocitos más inmaduros, mientras que en la médula se localizan los timocitos en fases madurativas más avanzadas.
Hay tres tipos de células epiteliales:
Las  células nodriza (corteza)
Células corticales epiteliales (corteza).
 Células medulares epiteliales (medula).
Todas estas células no linfoides del estroma expresan en sus superficies moléculas MHC de tipo I y/o II, y participan en la maduración y selección de los timocitos hacia células T maduras.
En la médula tímica aparecen los denominados corpúsculos de Hassall: acúmulos concéntricos de células epiteliales. Su función es desconocida, pero su número va aumentando con la edad.
Proceso de maduración intratímica de los linfocitos:
Los progenitores linfoides de los linfocitos, procedentes de la médula ósea, entran en el timo y comienzan a dividirse activamente en la corteza; allí mueren más del 95% de las células generadas, que son eliminadas por los macrófagos. Los sobrevivientes van emigrando hasta la médula, donde terminan de madurar, y salen del timo como células T vírgenes maduras.
Durante todo este proceso los timocitos han ido interactuando con células estromales provistas de MHC en sus membranas produciéndose dos fases de selección de timocitos:
Selección positiva: sólo sobreviven aquellos timocitos que hayan generado receptores TCR capaces de reconocer moléculas MHC propias; los demás mueren por apoptosis.
Selección negativa: se eliminan por muerte celular programada los timocitos que habiendo superado la selección positiva hayan resultado autorreactivos.

Sitios de desarrollo de linfocitos B: médula ósea (mamíferos) y bolsa de Fabricio (aves).
La Bolsa de Fabricio es una porción especial dorsal de la cloaca, con una estructura a base de corteza y médula.
La porción implicada en la maduración de los linfocitos B está constituida por islas de tejido hematopoyético.
ÓRGANOS LINFOIDES SECUNDARIOS
En primer lugar, los linfocitos maduros vírgenes que salen de los órganos linfoides primarios emigran a los órganos y tejidos linfoides periféricos:
Capsulados: en ellos se produce la secreción de Ac que se distribuirán por la circulación.
ganglios (recogen Ag de la piel y de superficies internas)
bazo (recoge Ag de la sangre)
Órganos no capsulados asociados a mucosas (MALT): protegen del Ag que entre directamente a través de mucosas. Acúmulos más o menos difusos (no capsulados), dispersos por casi todo el cuerpo.
Sistema linfático y ganglios linfáticos
El componente fluido de la sangre (plasma) se extravasa desde los capilares a los tejidos, generando el líquido intersticial. Parte de éste retorna a la sangre a través de las membranas capilares, pero el resto, llamado linfa, fluye desde los tejidos conectivos a una red de finos capilares linfáticos abiertos, y de allí va pasando a vasos cada vez mayores (vasos linfáticos).
El corazón no influye sobre la circulación de la linfa: ésta avanza en un solo sentido debido a los movimientos de los músculos del cuerpo y a la disposición unidireccional de las válvulas de los ganglios linfáticos.
La otra función del sistema linfático es capturar antígenos de los líquidos intersticiales de los tejidos y llevarlos a algunos de los órganos linfoides secundarios, donde quedarán retenidos para su interacción con las células del sistema inmune. El antígeno queda retenido en alguno de los ganglios interpuestos a lo largo del sistema de vasos, pero en el caso de que "pase de largo" entrará en circulación sanguínea y tendrá la oportunidad de ser captado por el bazo.
Existen miles de folículos dispersos por casi todos los órganos y tejidos, siendo especialmente abundantes a lo largo del tracto gastrointestinal, bronquios, tracto respiratorio superior y tracto genital.


Ganglios linfáticos



Están intercalados en la red de vasos linfáticos, frecuentemente en la confluencia de ramificaciones de vasos.
Hay grupos de ganglios especialmente abundantes y estratégicamente situados en:
Cuello (ganglios cervicales)
Axilas (axilares)
Ingle(inguinales)
Mediastino
Cavidad abdominal
Son la primera estructura linfoide organizada que se encuentra un antígeno que proceda de los espacios tisulares.
Los ganglios humanos suelen medir entre 2 y 10 mm de diámetro, y tienen forma de judía, con una parte cóncava denominada hilio, a donde entra una arteria que se ramifica à arteriolas, à vénulas postcapilares à vena que sale por el hilio.
La linfa llega al ganglio por los varios vasos linfáticos aferentes, y sale por un único linfático eferente a la altura del hilio.
Histológicamente distinguimos varias zonas dentro del ganglio:
Corteza: es el área rica en células B (con macrófagos). En ella se pueden distinguir:
Folículos primarios, ricos en linfocitos B maduros.
Folículos secundarios (que se forman a partir de los primarios tras la estimulación antigénica), con su manto y su centro germinal.
·  Paracorteza: es el área rica en células T (donde además se localizan células dendríticas   interdigitantes).
·   Médula: con células B, T, células plasmáticas y abundantes macrófagos.
·   Seno subcapsular, a donde van a parar los antígenos timo-independientes.
La linfa llega vía linfáticos aferentes à seno subcapsular à va percolando lentamente (sentido corteza àparacorteza à médula), permitiendo la interacción del Ag con macrófagos y otras APCs (incluyendo las dendríticas foliculares, que atrapan complejos inmunes). En el centro germinal se produce la activación y proliferación y diferenciación de linfocitos B hasta:
células plasmáticas, que pasan a médula, produciendo Ac que salen por el linfático eferente, para alcanzar finalmente la circulación sanguínea, que los distribuye a todo el organismo;
células B de memoria, que quedan en el folículo, sobre todo en la zona del manto.
Bazo

Un tejido más denso alrededor de las arteriolas, llamado vaina o manguito linfoide periarteriolar (PALS), que constituye la zona T del bazo;
Por fuera del PALS, una zona más difusa llamada zona marginal, rica en linfocitos B y con macrófagos.
Es un órgano linfoide secundario grande (150 g en humanos adultos).
Posee una cápsula de tejido conectivo, de la que salen hacia el interior numerosas trabéculas que delimitan compartimentos. En cada compartimento se distinguen dos tipos principales de tejidos: la pulpa blanca y la pulpa roja.
La pulpa blanca: está constituida por tejido linfoideo.
La pulpa: roja es una red de sinusoides venosos que contienen macrófagos residentes especializados.
El bazo carece de vasos linfáticos.
En ausencia de estímulo, la zona marginal posee folículos linfoides primarios, parecidos a los de los ganglios, ricos en células B vírgenes.
El bazo recibe cada día más linfocitos que la suma de todos los de los ganglios linfáticos.
El sistema linfoide mucosal, no capsulado (MALT)

Las mucosas de los tractos digestivo, respiratorio y urogenital suponen una enorme superficie (unos 400 m2) y constituyen posibles sitios de entrada de numerosos patógenos.
Este conjunto de tejidos reviste una grandísima importancia, habida cuenta de la gran superficie potencial que ha de defender frente a la entrada de patógenos.
El MALT consiste en agregados de tejido linfoide no capsulado que se localizan en la lámina propia y áreas submucosas de los tractos gastrointestinal, respiratorio y genitourinario.
Amígdalas: linguales (en la base de la lengua), palatinas (en la parte posterior de la boca) y faríngeas o adenoides. Constan de nódulos linfoides no capsulados, con linfocitos, macrófagos, granulocitos y mastocitos. Las células B se organizan en numerosos folículos, incluyendo secundarios con sus centros germinales. Poseen un papel defensivo frente a patógenos que entran por los epitelios nasales y orales.
Placas de Peyer del íleo: son 30 a 40 nódulos no capsulados en esta parte del intestino delgado.
Apéndice, en el inicio del intestino grueso.                                                                                                Los más sencillos son simples acúmulos difusos de linfocitos, células plasmáticas y fagocitos, localizados en los pulmones y en la pared intestinal.
                Folículos linfoides aislados.
                Folículos linfoides que forman grupos más o menos densos:
Los tejidos MALT mejor estudiados son los asociados con el tracto gastrointestinal. A grandes rasgos encontramos células linfoides en tres partes:

En el mismo epitelio existen linfocitos intraepiteliales (IEL), que en una buena proporción (incluso mayoritaria) son fenotípicamente TCR-1 (gd) y CD8+. Se trata de un tipo de linfocitos con poca diversidad antigénica, pero adaptados frente a ciertos patógenos que frecuentemente pueden intentar la entrada por este epitelio.
En la lámina propia de todo el intestino se localizan miles de folículos linfoides, donde encontramos linfocitos TH con TCR-2 (ab), células B, células plasmáticas secretoras de sIgA y macrófagos.
Más abajo, ya en la capa submucosa, encontramos las Placas de Peyer del intestino delgado, especie de nódulos, cada uno compuesto de unos 30 a 40 folículos linfoides.
En algunos de estos casos (tracto respiratorio, digestivo y urogenital) el epitelio respectivo está especializado en transportar antígenos desde la luz del conducto al tejido linfoide subyacente.
Algunos patógenos (como algunas cepas de Salmonella, Vibrio cholerae y el virus de la polio) pueden "aprovecharse" de la misma célula M para atravesar el epitelio intestinal.




Células linfoides de la piel

Aparte del papel de la piel como barrera inespecífica frente a los patógenos, desempeña un papel también como "órgano" del sistema inmune:
Células de Langerhans: se trata de un tipo de célula dendrítica, dispersa entre las células epiteliales de la epidermis. Captan antígenos por endocitosis o fagocitosis, y tras ello emigran como célula "a vela" por los linfáticos, hasta que al llegar a la paracorteza de los ganglios regionales se diferencian en células dendríticas interdigitantes, con altos niveles de moléculas de clase II del MHC. Allí funcionan como potentes presentadoras de antígeno procesado a los linfocitos TH vírgenes, a los que activan.
Linfocitos intraepidérmicos, parecidos, que al igual que los IEL del MALT son en buena proporción de tipo gd, e igualmente especializados en determinados patógenos que pueden entrar por la piel.
Los queratinocitos (la célula epitelial de la epidermis) pueden, llegado el caso, secretar citoquinas, con un papel en la inducción de una reacción inflamatoria local.
Dispersos en la dermis se pueden encontrar macrófagos y células B y T activadas o de memoria.
La médula ósea como órgano linfoide secundario


Aunque durante mucho tiempo pasó casi desapercibida en este papel, la médula ósea es importante para la producción de anticuerpos durante la respuesta secundaria humoral. Durante esta respuesta, los órganos secundarios "clásicos" responden rápidamente, pero durante poco tiempo. En cambio, la médula ósea "arranca" lentamente, pero da una respuesta más prolongada de producción de anticuerpos, llegando a ser responsable del 80% de estos durante la respuesta secundaria.















No hay comentarios:

Publicar un comentario