TOLERANCIA INMUNOLÓGICA
Según la teoría de la selección clonal de Burnet y Talmage, el organismo
reconoce como propios todos los antígenos que se encuentran presentes
en el desarrollo prenatal.
La tolerancia inmunológica
se define como la incapacidad de producir una respuesta específica frente
a un antígeno, ya sea propio o extraño, inducida por el contacto previo
con dicho antígeno.
Los antígenos que
inducen este estado de tolerancia se denominan tolerógenos, diferenciándolos de los que producen la respuesta
inmune (inmunógenos). La
tolerancia se desarrolla de modo natural. Cuando el sistema de autotolerancia falla,
(incapacidad para responder ante las propias células) se produce la aparición
de las enfermedades autoinmunes.
La tolerancia inmunológica no es innata, es adquirida. Se
induce en las siguientes condiciones:
- En época fetal y primeros días de vida.
- Mediante administración de antígenos muy
inmunógenos en grandes cantidades o por medio del tratamiento
inmunosupresor.
- Por fallo del sistema de presentación del antígeno por parte de las células
del SFM a los linfocitos T CD4, por la neutralización o ausencia del
ligando CD28, por fallo de la segunda señal, o por anomalías de la interacción de
CD4 y las moléculas de clase II del CMH.
- Por supresión periférica clonal de linfocitos T
CD4. Los linfocitos B se vuelven arreactivos cuando se ponen en contacto
con el antígeno en una fase de inmadurez de los receptores.
- Por eliminación de los receptores o las células
capaces de reaccionar con los antígenos propios, en los procesos de
maduración de los linfocitos T en el timo o de los linfocitos B en la
médula ósea.
La
tolerancia inmunológica puede ser central o periférica
Un elemento a tener en
cuenta del sistema inmune es la presencia de receptores específicos para el
antígeno en las células inmunocompetentes. Hasta hace unos años existían dos
hipótesis paraexplicar esta
especificidad: la teoría "instructiva", según la cual los antígenos
serían los encargados de moldear sus propios receptores, y la teoría
"selectiva", en la que los receptores específicos estarían
preformados y el antígeno elegiría el más adecuado.
- Tolerancia central:
Consiste en una deleción clonal de los linfocitos T y B autorreactivos durante
su maduración en los órganos centrales (timo y médula ósea
respectivamente). Las células presentadoras de antígenos del timo
asociadas a moléculas del CMH propias presentan y procesan proteínas
antigénicas autólogas. Los linfocitos T en desarrollo que expresan
receptores de alta afinidad para estos autoantígenos sufren una selección negativa y acaban
perdiéndose, por lo que en el conjunto de linfocitos T periféricos no
existen células T autorreactivas.
- Tolerancia periférica:
Las células T autorreactivas que escapan a la selección negativa en el
timo pueden provocar lesiones
hísticas.
ENFERMEDADES
AUTOINMUNES
Las enfermedades de
supuesto origen autoinmune varían desde en las que existen respuestas
inmunitarias específicas dirigidas contra un órgano o tipo celular determinado
y que producen una lesión histológica localizada hasta otras generalizadas
caracterizadas por lesiones multiorgánicas y asociadas a numerosos anticuerpos
o reacciones de inmunidad celular. En las segundas, los cambios
anatomopatológicos aparecen principalmente en el tejido conjuntivo y los vasos
sanguíneos de los órganos afectados. En consecuencia, pese al hecho de que las
reacciones producidas en estas enfermedades sistémicas no se dirigen de manera
específica contra los componentes del tejido conjuntivo o de los vasos, suelen
conocerse como “enfermedades del
colágeno vascular” o “del
tejido conjuntivo”.
Algunos linfocitos se
vuelven sensibles a las células del tejido "propio", pero, como hemos
visto antes, estas células son controladas (suprimidas) por otros linfocitos.
Los trastornos autoinmunes se presentan cuando se interrumpe el proceso de
control normal, y también se pueden presentar si se alteran los tejidos
normales del cuerpo, de tal manera que ya no son reconocidos como propios.
Existen teorías que sostienen que varios microorganismos y medicamentos
(penicilinas, metildopa, procainamida) pueden desencadenar algunos de estos
cambios, especialmente en las personas que tienen predisposición genética a los
trastornos autoinmunes. En resumen, el sistema inmune reacciona a una sustancia
propia que, normalmente, ignoraría.
La reacción ante antígenos
propios puede deberse a que, antígenos propios hubieran quedado accidentalmente
secuestrados durante la gestación, o por semejanza con moléculas extrañas.
Además pueden intervenir factores genéticos, inmunitarios y microbianos que
interactúan a través de diversos mecanismos.
Las enfermedades
autoinmunes pueden afectar a un tipo celular determinado, a varias células o a
todo el organismo. Las vías por las que la tolerancia inmunológica se ve
alterada, son diferentes en cada enfermedad, así como sus defectos.
Aunque no se tienen
pruebas sobre que una de las causas de las enfermedades autoinmunes sea la
pérdida de la tolerancia central, se sabe que existen diversos mecanismos por
los que se ve alterada la tolerancia
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